Abr 01

Recomendaciones para una comunicación asertiva

La comunicación es un componente fundamental que atraviesa todas las relaciones interpersonales; implica expresiones verbales y no verbales. De este modo, no se trata sólo de emitir palabras, todo el tiempo está presente la comunicación, a través de gestos, posturas, silencios, movimientos corporales, proximidad en el contacto. Todos estos elementos, envían un mensaje, aunque no esté mediado por la palabra. Dependiendo de la forma y el estilo en que se desarrolle la comunicación, esto incidirá positiva o negativamente en las relaciones que se establecen con los otros, de ahí la importancia de procurar una comunicación adecuada.

La comunicación asertiva es una habilidad social, que favorece las relaciones con los otros, posibilitando no solo la expresión, sino también el reconocimiento de los pensamientos, emociones, intenciones, deseos y necesidades de todas las personas involucradas en la misma, partiendo de la idea de que el otro es tan importante como lo soy yo. La comunicación asertiva se desarrolla de forma clara, honesta, directa, y comprensible para el otro, de tal manera que no genera interpretaciones erróneas.

A continuación, te compartimos algunas recomendaciones para comunicarte de manera asertiva:

  • Procura mantener una escucha activa y comprensiva. Permite que los demás se expresen; escuchando atentamente, evitando interrupciones, intentando comprender lo que el otro quiere expresar.  Evita descalificaciones, reproches y enfrentamientos.
  • Busca el momento, la forma y el lugar apropiado. Procura reconocer y comprender qué emociones estás sintiendo, éstas son un termómetro que permitirán saber si es el momento apropiado para la comunicación. Propicia las condiciones, revisando las palabras, el tono, el momento, el lugar y las circunstancias adecuadas.  Procura hablar de forma clara, respetuosa y con calma.
  • Mantén un contacto visual cálido y sereno.   Sostén la mirada sobre la persona, sin que ésta resulte invasiva o amenazante, muestra interés y disposición para la conversación.
  • Evita hablar en momentos de alteración emocional. Permítete un momento para identificar qué piensas, qué sientes, qué necesitas, qué te está afectando, y busca darle sentido.  Hay momentos, donde es conveniente estar en silencio, mantener el control de las emociones y las palabras.
  • Confirma el sentido e interpretación que la otra persona hace. Una buena comunicación, no puede dar lugar a suposiciones, por esto, mediante preguntas aclaratorias confirma el sentido que la otra persona le ha dado al mensaje.
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